Evocando la “cocina del aprovechamiento” de madre, abuela,…de un tiempo de supervivencias, …., reutilizando chatarras y objetos que esperaban (oxidándose a la intemperie) encontrar una alternativa a su fundición y, al mismo tiempo, evocando los recuerdos de cuando se fabricaron o descartaron (en el taller del padre o del hermano), …doblando, cortando, soldando, … aprovechando la plegadora de chapas que tanto nos costó trasladar, y que se presta al juego de construir mundos de escaleras, como en los cuadros de Escher … probando y buscando con cuál de las múltiples opciones de integración (para cada pieza) el instinto parece decir: “de momento, así vale”. Muy alineado con el “arte encontrado” y las esculturas, como guiños, de Marcel Duschamp, en la idea de dignificar objetos cotidianos que difícilmente origen. Y se considerarían artísticos, modificándolos pero sin ocultar su cercano al “ensamblaje artístico”, al “collage tridimensional”, al “arte bruto” (por la falta de formación artística y de cierta racionalidad en el espacio y el momento creativo)

Félix M. Téllez